Aún estas en mis sueños.

Fuiste el aire, la calma, la fuerza, fuiste todo. En cambio yo, fui cobardía, tristeza, frialdad, fui lo que nadie necesitaba.
Te sueño, te recuerdo y te extraño, como si todavía fueses la misma persona que dejé hace cinco años atrás. Esa sonrisa congelada, la mirada llena de amor, un amor que no pude comprender, que no supe devolver y termino por extinguirse cuando más lo necesitaba.

Días como hoy, nublados, fríos, vacíos, me arrepiento de no haber sido valiente, de haber soltado tu mano para que te pierdas en la multitud, una multitud de personas que pasaron por mi vida sin penas ni glorias, pero con la diferencia de que vos vas a tener por siempre en tus manos un pedacito de mí.

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