Entradas

Mostrando entradas de 2018

Mil pedazos...

    Necesitaba un poco de inspiración, necesitaba una musa, pero no así, no a través de este dolor tan intenso, no sacrificando mi bienestar emocional.     Cuando lo conocí no esperaba nada de él, iba a ser solo un espejismo al cual aferrarme para hacer de mi duelo algo más liviano, pero después de un par de semanas todo se volvió realidad. Tan real y tan fuerte como nunca creí que fuera a suceder.     Las miradas cruzadas, los mensajes, las bromas privadas, el roce espontáneo de sus manos. No podía dejar de pensar en él, aún no puedo, esperando todo el tiempo que haga algo de lo cual sostenerme para hacer mi declaración, esperando en su mirada cierta aprobación que indique que me corresponde, rogando que no sea solo mi imaginación, que sea más que una simple ilusión.     Después de varios meses lo veo y ya no lo siento igual, su mirada ya no posa incesante sobre mi rostro, espero por líneas que no va a escribir, y su risa ya no espera ansiosa mis oportunos comentarios.
Ningún romance fallido puede llenar este vacío. Odio odiarte tanto como para no poder quererte otra vez.

Bajo el calor de diciembre.

Y así, sin elegirlo, sin entenderlo, lo encontré. Lo vi una tarde ventosa, con el sol de verano calentando el asfalto, brillando incontenible detrás de la templada construcción de ladrillos,y en cuanto lo escuche reír mi corazón dio un vuelco. Ese momento iba a marcar su impronta en mi memoria por siempre, a pesar de que no sabía su nombre y era imposible dilucidar su rostro detrás de las gafas de sol, aún así sabia que lo deseaba y que me iba a ser imposible olvidarlo.

Un poco de Imaginación

Hasta cuando todo seguirá tratando solo sobre él? No lo entiendo, no me entiendo. Las noches de excesos, las sábanas revueltas, el tacto de un extraño, todo para él. Todo para demostrar que puedo seguir adelante. Todo para demostrar que lo he olvidado. Cuándo seré capaz de hacer algo solo por y para mí?

Nada.

Mente en blanco. Hace tiempo no logro escribir más de una línea coherente. Completamente paralizada, quieta, o tal vez simplemente destruida. Si, eso debe ser, ya no queda nada de mi para dar.