Las Palabras Gigantes.

           La noche es fría, las luces cesan de brillar, todo se torna oscuro y el viento susurra palabras que no quiero escuchar. Palabras que son como pesas sobre mis hombros, palabras que me hunden, me arrastran al centro de la tierra, donde gigantes me confinan al eterno sufrimiento.
         ¿Qué podré hacer? ¿Cómo salgo de aquí? Todo comienza a girar, este nuevo mundo parece arder, el calor me sofoca y los gigantes se regocijan en medio de un frenesí de sollozos  y gemidos.
          Envuelta en aire un aire viciado de padecimientos siento que mi alma se desvanece, envuelta en desconciertos siento morir; hasta que desde lo alto llega un ejército liderado por la misma luminiscencia y con su helado resuello apaga las llamas que avasallan el lugar.
          Resuelvo aferrarme al albor con todas mis fuerzas,pero los gigantes están furiosos, invocando al fuego nos rodean y avientan contra mi su fiereza hecha estiletes veloces.
          ¿Qué podré hacer? ¿Cómo logro vencer esta vez? Las filosas dagas penetran mi cuerpo, me queman, laceran mi ser, vuelvo a caer,lágrimas de sangre nacen de mis ojos.
          ¿Los gigantes habrán ganado? ¿Acaso debo resignarme al dolor? Ya no se que hacer, cierro mis ojos esperando la muerte.Los gigantes comienzan a reír. Poco a poco ya no escucho sus carcajadas, poco a poco siento elevarme.
          De repente me encuentro nuevamente inserta en la noche fría y oscura, solo que el viento ya no sopla. Las luces se encienden,pero nunca volveré a ser la misma, todavía sangran mis heridas. Estas no hacen más que señalar que los gigantes me ganaron, que las palabras lograron flagelar mi alma y convertirme en un ser vacio; falto de espíritu, carente de sentido. Ya nada importa ni la vida, ni el dolor, ni la muerte.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Vueltas

Autodestrucción Garantizada